El equilibrio entre la vida laboral y la familiar (work-life balance) es una necesidad humana y también una responsabilidad del empleador. Se trata de un concepto relacionado con la productividad de los trabajadores, su felicidad y, como consecuencia, la calidad y duración de su relación con la empresa.
Los trabajadores saben que se trata de una cuestión importante, no obstante en ocasiones parece verse como algo “deseable” y no como una prioridad. Se une además el hecho de que en muchas ocasiones las empresas etiquetan a los empleados que solicitan una mejora de las condiciones laborales para equilibrar su vida personal con su profesión como personas con menos ganas de trabajar o falta de compromiso con la empresa.
¿Por qué pasa esto?
Se trata principalmente de un problema “cultural”. Algunos empleadores malentienden la conciliación entre la vida profesional y familiar (work-life balance) como “menos productividad, compromiso y resultados”. Gran parte de las veces esta visión equivocada es estructural, dado que forma parte de la mentalidad empresarial, impulsada muchas veces de forma inconsciente por los mismos trabajadores.
Ante este panorama, ¿Cómo pueden los empleados acogerse a una política de conciliación de vida laboral y familiar en su propia empresa?
Aquí dos de las claves:
FROM THE “CULTURE OF TIME” TO THE “CULTURE OF RESULT”
Lo que realmente ha de ser importante es el resultado de tu trabajo, no cuantas horas extras trabajas al día. Al igual que las compañías deben invertir en la eficiencia y eficacia de sus procesos internos, tu tendrías que invertir en lograr maximizar tus resultados durante la jornada laboral. Utiliza tu tiempo como un recurso flexible y limitado, no lo desperdicies. Tómate el tiempo necesario hasta alcanzar el éxito. No te consideres culpable si sales de la oficina antes/después de los demás e igualmente no juzgues a los compañeros que salen antes/después de ti. El tiempo no siempre es un buen indicador del éxito. Otros trabajadores podrán ser mas rápidos o más lentos que tu; lo único que importa es: ¿Has conseguido el mejor resultado posible hoy? Ser un ejemplo en este sentido y sentirse libre de disfrutar del tiempo como se necesite. Esa sería la primera clave.
FROM THE “CULTURE OF CONTROL” TO THE “CULTURE OF TRUST”
Si un jefe necesita controlar continuamente todo, podríamos llegar a enfrentarnos a dos problemas: por un lado la inseguridad del mismo, y por otro la baja motivación de los trabajadores. ¿Cuál sería la solución? En ambos casos, la empresa debería invertir en sus habilidades. En formación que logre la seguridad suficiente en el superior y que aumente la motivación y por tanto el rendimiento de los empleados. Porque la confianza mutua no es automática. Managers y miembros del equipo tienen que trabajar sobre esta idea desde sus propias perspectivas.
¿Cómo se puede generar una verdadera “culture of trust”?
Fijar objetivos concretos y fácilmente medibles podría ser ser un buen punto de partida, pero lo mas importante reside en compartir visión y valores.
Simon Sinek dijo: “Trabajar duro por algo que no nos interesa se llama estrés; trabajar duro por algo que queremos se llama pasión.” En esta idea reside la segunda clave.
Una vez que empresa y trabajadores compartan visión y valores, la cultura basada en resultados y confianza mutua se dará de forma natural. Habiendo analizado esta situación , ¿se logrará llegar a un equilibrio de la vida profesional y personal? No se trata de un problema de cantidad del tiempo sino de calidad del mismo: logros, relaciones y oportunidades. Indudablemente, la fórmula que permite equilibrar vida laboral y personal (work-life balance) está basada en encontrar la justa combinación entre la “cultura de resultados” y la “cultura de la confianza”.
¿Tu qué opinas al respecto?¿Estás de acuerdo con este planteamiento?
Enza Artino, International Service Manager Wyser